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"Miguel Servet, el eminente teólogo hereje y científico aragonés, veía con tristeza cómo a algunos enfermos se les recluía de por vida en manicomios o có
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"Miguel Servet, el eminente teólogo hereje y científico aragonés, veía con tristeza cómo a algunos enfermos se les recluía de por vida en manicomios o cómo se les azotaba como si estuviesen endemoniados. Epilépticos, sicóticos o histéricos han sufrido, desde el comienzo de los tiempos, la incomprensión de la sociedad. Las enfermedades mentales se han relacionado en el pasado con lo maléfico y lo sobrenatural. Daroca fue un foco de peregrinos endemoniados, o convulsionados, o espirituados, como se les denominaba, al igual que Jaca, Calatorao, Cervera, en Lérida, o algunas zonas interiores de Galicia."Coeditado con Aragón Radio.
